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Si hace unos años hubiesemos preguntado a cualquier aficionado a la natación qué era el nado ondulatorio dificilmente nos hubiera sabido responder. Este estilo de nado fué introducido en los años 80 ya que algunos nadadores profesionales se dieron cuenta de que con esta técnica en el nado de espalda conseguían avanzar mucho y más rápido frente al nado tradicional de espalda en superficie. Debido a esta ventaja del nadador, que sólo salía a respirar, la F.L.N.A se vió obligada a cambiar el reglamento limitando el uso de esta técnica de nado subacuático durante 15 metros.[space ]
Esta técnica diferencia de manera definitiva al buen nadador del resto, ya que ofrece una franca ventaja tanto en la salida como en cada viraje. Los nadadores profesionales trabajan esta disciplina como si fuera una más de las habilidades y emplean mucho esfuerzo en madurar la técnica y trabajar específicamente los grupos musculares que inciden en esta disciplina.[space ]
En la mayoría de las fotos impactantes que nos ofrecen las grandes competiciones, la postura de mínima fricción que ofrecen los nadadores bajo el agua es debido a esta técnica que requiere de una máximo alargamiento postural para que el cuerpo del deportista atraviese el agua como si de un punzón se tratara y que utiliza el moviento conocido como delfín para desplazarse utilizando principalmente el tren inferior como propulsión.[space ]
La flexibilidad de hombros y cadera se hace imprescindible y la potencia del grupo abdominal y gluteos fundamental para imprimir la mayor potencia a cada uno de los movimientos ondulatorios. Esta técnica consigue que el nadador sienta en toda su amplitud la sensación del contacto con el agua y el deslizar de su cuerpo bajo el líquido elemento.[space ]
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