Seguramente todos hayamos ido a una piscina con nuestros hijos, sobrinos primos o quizás tengamos la suerte de tener una piscina particular en la que poder disfrutar de los días de verano. Las piscinas son diversión asegurada para los más pequeños, pero también tenemos que tener en cuenta, que pueden albergar peligros que debemos de controlar y prestar atención.
A continuación os hablaremos de los peligros que pueden tener estas instalaciones y cómo prevenirlos.
Actualmente, la legislación española obliga a la mayoría de las piscinas públicas a contar con sistemas de vigilancia profesional, cuya labor consiste en supervisar el baño de las personas y socorrerlas en caso de accidente, así como evitar también posibles actitudes de riesgo. Además, desde el 2004, las piscinas de nueva construcción están obligadas a disponer de sistemas de seguridad, tanto en comunidades como en recintos privados o residencias de temporada.
Pese a estas obligaciones, muchos de los accidentes se producen en piscinas privadas; de hecho, los datos indican que 8 de cada 10 ahogamientos tienen lugar en estas instalaciones de uso familiar. Por tanto, como es lógico, también aquí se deben extremar las precauciones en materia de seguridad.
- MEDIDAS DE SEGURIDAD PARA NUESTRAS PISCINAS
Las empresas especializadas en piscinas, suelen contar con muchos instrumentos para hacer de nuestras piscinas, lugares más seguros para lo pequeños, entre ellos podemos destacar:
Sistemas perimetrales: podemos recurrir a sistemas perimetrales o sistemas de seguridad para el agua.
Los sistemas perimetrales permiten controlar si se traspasan los límites establecidos por el usuarios como puede ser traspasar una valla o el pavimento que rodea la piscina. Estos sistemas nos permiten tener la tranquilidad que si nuestros pequeños están jugando en el jardín, si atraviesan ese perímetro saltará una alarma sonora. Funcionan con infrarrojos, que crean una barrera que se activa cuando se rebasa. Por ello, son muy efectivos.
Los sistemas de seguridad para el agua, te avisan cuando alguien se ha caído al agua. Se conectan cuando esta está vacía. Suelen contar con microsenores de ondas que detectan cualquier movimiento que hace el agua como consecuencia de la inmersión de alguien o de algo en la piscina.
Vallas de seguridad: Con estas vallas podemos rodear las instalaciones. Por ello, en el mercado podemos encontrar vallas para piscinas de distintos materiales para que podamos elegir la más adecuada a nuestro espacio.
Las vallas evitan que se acceda a la piscina. Algo que tenemos que tener en cuenta, es que hay que ser previsores y elegir una altura que no pueda ser rebasada por los pequeños de la casa.
Si nos decantamos por este elemento de seguridad, no podemos olvidarnos de que la puerta de acceso debe poder cerrarse de manera segura para que los niños no puedan abrirla en un descuido de los padres. Podemos elegir un cerramiento manual o contar con un código electrónico que regule el acceso a la piscina.
Cubiertas y cerramientos: cubren la piscina y evitan que alguien caiga al agua, además de funcionar como aislamiento térmico de la piscina. Son muy útiles tanto por seguridad como limpieza.
Estos sistemas son totalmente complementarios, ya que realizan la función de proteger las instalaciones en periodos en los que no la usemos e impide que los niños caigan a la piscina.
Detectores y reguladores automáticos: Se encargan de medir el nivel de agua de la piscina mediante una conexión eléctrica de bajo voltaje y nos avisan cuando este baja o sube.
- OTRAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
- La supervisión por parte de un adulto es primordial.
- El cuarto de la depuradora es el espacio en el que se encuentran las instalaciones que hacen posible el baño en condiciones de salubridad e higiene adecuadas. Allí también están los productos químicos que empleamos para el mantenimiento de la piscina. Por tanto, es un lugar peligroso que debe permanecer cerrado para que no pueda acceder nadie sin permiso; mucho menos, un niño.
- El exterior de la piscina también puede ser un foco de peligro. El pavimento que rodea la piscina tiene que ser antideslizante, ya que un tropiezo o una caída pueden tener graves consecuencias.
- La piscina debe tener marcas que indiquen la profundidad que permitan verse desde fuera del agua.
Esperamos que estos consejos os sirvan para tener una piscina más segura y con la que poder evitar posibles accidentes de los que nos podamos lamentar con el tiempo. A veces, una buena inversión en seguridad a tiempo, puede evitar problemas posteriores.
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